miércoles, 7 de junio de 2017

HOMENAJE A LEO/ POEMA A LA EDUCACIÓN


Como bien sabes, Leonardo, nuestro querido director se jubila. Por esa razón, el otro día celebramos un precioso y más que merecido acto de homenaje a toda una vida dedicada a la docencia.

Si quieres, puedes despedirte de él de forma lírica, aplicando los conocimientos que has adquirido en métrica y recursos literarios a lo largo del curso...

Como referencia, puedes recordar las Odas que trabajamos en clase.
Aunque (¡NI MUCHO MENOS!) haya muerto, si te da mucha pena su marcha, puedes expresar tu dolor como explicamos en las Elegías.


Algunos compañeros ya se han animado a hacerlo. Por ejemplo, Palma, la "teacher" de Inglés se ha atrevido a escribirle un poema:

A LEONARDO ALANÍS, NUESTRO DIRECTOR

No ha conocido el mundo empeño tal
que al de este hombre se pueda comparar:
ya sea escribir, prever o disertar,
diríase que no hay cosa que haga  mal.

Aplicado escolar, diestro en caligrafía,
pedagogo tenaz, voraz lector,
dibujante amateur, cantante folk
y profesor de Historia y Geografía...

premios, proyectos, honores sin par
colman la dilatada biografía
de este maestro multidisciplinar.

Más, basta ya de necia hipocresía,
cierto hábito queremos señalar:
¡con que tesón antaño dimitía!


También, nuestro compi Pepe Gálvez, maestro, poeta y poeta maestro, ha escrito su particular homenaje. En su caso, ha optado por el verso libre, la forma métrica más utilizada desde el Romanticismo.

A Leonardo, maestro.

Enseñar,
argumentos del corazón.

Corazón y razón, la fe del que cree.
Aprender.
Aprender y enseñar a dudar.
El maestro tiene que estar vivo.
Como tú,
que reclamas la ansiedad de la educación,
la huida de la mediocridad,
la urgencia de la justicia.
La justicia son los cielos que perdimos
y recuperamos en las barricadas de la memoria.
Puño al viento para romper las mañanas grises
y abrir caminos por huertos y sembrados,
por las dehesas de los días felices
de tu infancia.
También supe de tu dolor, de la angustia de las malas noticias.
Lo más terrible se aprende enseguida
y lo hermoso nos cuesta la vida, cantamos
tú y yo, y nosotros
cantamos, porque en la aduana de tu alma
nunca te reclamaron nada.
Y es que en la raíz gramática de tu espíritu
siempre vive la concordia.
La palabra como el pan
para ahuyentar el hambre de los desheredados.
Yo quiero ser siempre tu compañero.
Yo quiero vivir como tú me has enseñado,
a entregar y a compartir.
A vivir cotidianamente la alegría,
porque no otra cosa es enseñar.
Vivir cotidianamente la alegría
de ser y sentirse maestro.
Recorrer contigo,
ccompañero,
                    maestro, 
                                  amigo,
este trayecto abrupto por el que
seguimos soñando
un mundo mejor.


Leonardo, además de un referente ético como persona, quizás es un símbolo de una forma de entender la vida y la educación. Por eso, puedes partir de su figura para tratar otros temas. Quizá te sirva de referencia este poema de Gabriel Celaya:

Educar
Educar es lo mismo 
que poner motor a una barca… 
hay que medir, pesar, equilibrar… 
…y poner todo en marcha.

Para eso, uno tiene que llevar en el alma 
un poco de marino… 
un poco de pirata… 
un poco de poeta… 
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador 
soñar mientras uno trabaja, 
que ese barco, ese niño 
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío 
llevará nuestra carga de palabras 
hacia puertos distantes, 
hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día 
esté durmiendo nuestra propia barca, 
en barcos nuevos seguirá 
nuestra bandera enarbolada.

Si prefieres, puedes escribirle una carta, para lo que puede servirte el modelo de Cartas abiertas al futuro/pasado. Por cierto, eso fue exactamente lo que el escritor francés Albert Camus al ganar el Premio Nobel de Literatura

Resultado de imagen de carta albert camus a su maestro

Puedes pegar tu poema como comentario, dármelo por escrito o hacérmelo llegar a mi mail. 

Para terminar, como esto no deja de ser una celebración, vamos con una canción de homenaje a "Maestros antiguos" que, particularmente, me parece un temazo


Tengo un diamante en la garganta, 
tengo la luz por la mañana. 
Tengo la suerte de ser viejo 
y las distancias las mantengo siempre lejos, lejos

He sido padre un par de veces, 
he probado todo lo que hace expandir la mente; 
he seducido a jóvenes. 
Mitigo mis dolores con champán francés. 

¡Lo das todo! 
¡Lo das todo! 
Y muchas veces no percibes la realidad, 
acercándose como algo que molesta y huele mal. 
Escucha lo que pienso no me voy a callar: 
¡Nadie lo hace 
mejor que yo, nadie sabe más que yo! 
Maestros antiguos, salen por las noches como los vampiros 

Fui compañero, fui militante, 
fui defensor de la naturaleza, 
tuve enemigos y acólitos.

Hacedme caso: tuve valor, 
comí la escarcha de los campos de invierno. 
Tuve trabajos que podían haber hecho necios. 
Vendí mi alma bañada con alcohol.

No tengo diligencia, no tengo corazón: 
Nadie lo hace mejor que yo, 
nadie sabe más que yo 
Maestros antiguos 
salen por las noches para no ser vistos .

Fui bendecido por unos cuantos, 
fui perseguido por las grandes avenidas, 
fui entrevistado, aplaudido, 
laureado, envidiado, 
investigado, estudiado, invitado 
y se está tan solo aquí, 
se está tan solo aquí, 
se está tan solo aquí, 
se está tan solo aquí. 
¡Das todo! 
¡Lo das todo! 

Y te regalan las palabras que querías oír, 
te revuelves en tu silla, 
necesitas más pastillas.
Te preguntas "¿cómo es que has llegado aquí?".

Nadie lo hace mejor que yo. 
Nadie sabe más que yo. 
Nadie lo hace mejor que yo. 
Nadie sabe 
¡Nadie! 
¡Nadie! 
¡Nadie sabe! 
¡Nadie sabe! 
¡Nadie sabe!

2 comentarios:

  1. Ciertas palabras
    llenaron de vida
    nuestros corazones
    y nuestras pupilas.

    Historias que marcan
    en nuestro futuro
    un firme sendero:
    respeto y orgullo.

    Más que un profesor
    que conduce su barco,
    artista y poeta,
    gran amigo, LEONARDO.

    Ismael Barrera Molero (1º Bachillerato B)

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  2. POEMA DE DESPEDIDA A LEO
    El sentir de las palabras,
    se expresa en aquellos que no pueden
    pues metidos están en tus redes
    y no eres tu quien lo habla.
    no son únicos en tu orquesta particular
    la que en este instituto fraguaste,
    pues me consta que la piel te dejaste
    y que tu huella es sin igual.
    No todos tenemos la suerte,
    de conocerte en persona
    eso sube nuestra testosterona
    hasta el momento de tenerte.
    Ahora nos dices que te vas
    y no sabemos como aceptarlo
    pues como luego olvidarlo
    sabiendo que no vendrás nunca mas.
    pero es el recuerdo de lo que sembraste
    lo que en nosotros perdurara
    y es que tu solo lo lograste
    ya nunca se te olvidará.

    PABLO JESÚS PEÑA RUIZ (1º Bachillerato A)

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